A los pies de la estatua de Cascorro encontramos un templo del aperitivo madrileño. El Bar Cruz, también conocido como La Casa de las Navajas, es parada obligatoria un domingo de Rastro. Un bar de los de toda la vida, donde siempre puedes disfrutar de un Vermut Zarro y unas tapas bien castizas. Su especialidad, las navajas a la plancha, pero tampoco hay que dejar de pedir los caracoles (jugosos y fieles a la receta original de hace más de 50 años), la oreja a la plancha, las bravas con salsa casera, los boquerones y el famoso bocadillo de calamares. Los mediodías de fin de semana reúnen en torno a la barra “gatos” y parroquianos que van en busca de un Vermut Zarro y un poco de jolgorio y alboroto porque siempre está a tope.

A los vermuteros y amantes de Zarro nos fascinan estos lugares con esencia, regentados por la misma saga familiar desde hace décadas y con un ambiente y personalidad difícil de igualar. Un rincón donde todo se cuece alrededor de una barra, con un personal amigable que según entras te grita “un al fondo hay sitio” y una forma de trabajar a la antigua. Cuando llegues, seguramente no podrás sentarte, pero sí contagiarte de ese barullo y alegría que se respira nada más entrar mientras sabores un Vermut Zarro con unas navajas a la plancha.

Así que ya sabes, el próximo domingo que te dejes caer por El Rastro tienes una visita obligada a uno de los clásicos del Cascorro.

Apunta: Calle de las Maldonadas, 1 La Latina.