Edu Casquero, es un chef y runner polifacético, amante de la comida sana y saludable y, por supuesto, de Vermut Zarro, el Vermut de Madrid.

Chef incansable y perfeccionista. La piedra angular de su cocina es el producto de calidad y el respeto absoluto por la materia prima, siguiendo siempre las últimas tendencias, pero sin perder la tradición.

Discípulo de Joaquín Felipe, comenzó su trayectoria y carrera profesional en el Catering Paradís Gourmet y después, junto a Juan Pablo Felipe, formó parte del equipo que consiguió la estrella Michelín en el  restaurante el Chaflán. Más tarde, pasó también por el Grupo Arturo Cantoblanco, Catering Villa Real, el Hotel Urban y el Eurostars Madrid Tower entre otros.

Hace años tomó como suya una frase que lo define a la perfección y es que, para este chef incansable, “Rendirse no es una opción”. Mientras charlamos con Edu, nos servimos un Vermut Zarro y disfrutamos del momento.

Sitios favoritos para cumplir con una tradición tan castiza como la de tomar el vermut

Madrid está lleno de locales y tabernas donde disfrutar de un buen vermut, pero si tuviera que quedarme con alguno, me ‘La hora del Vermut’ en el Mercado de San Miguel, con más de 80 referencias nacionales. Otro lugar muy recomendable es ‘La Castela’.

Aperitivos/tapas preferidas para acompañar el vermut

Sin dudarlo, unos buenos berberechos, unos boquerones en vinagre con patatas chips, una tapa de ensaladilla o unos buenos encurtidos. Aunque con un vermut rojo va de escándalo una presa ibérica marinada cortada en finas lonchas con queso ahumado que me FLIPA.

¿Vermut Zarro Rojo o Blanco?

Me encanta el vermut blanco porque es más suave y floral, aunque un vermut rojo, con esos toques amargos, bien combinado con una buena tapa de mejillones en escabeche es para flipar.

¿Con quién te tomarías un vermut Zarro?

En familia o con amigos. Siempre en buena compañía, disfrutando del momento y viviendo la vida intensamente.

¿Cómo se prepara un vermut de diez? ¿Cómo te lo tomas tú?

Vermut muy frio, corteza de naranja y unas aceitunas… ¡Espectacular!