Madrid es una ciudad inmensa y con una gran historia a sus pies que esconde numerosas peculiaridades desconocidas para muchos. Su nombre y muchos de sus rincones han dado pie a múltiples refranes, dichos y canciones (como las ya míticas Pongamos que hablo de Madrid…o Vente para Madrid entre otras. Por cierto, por si no lo sabíais, muchas de ellas están recogidas en nuestro disco Zarrock & Roll) pero…¿De dónde viene este nombre que ha inspirado tantas cosas?

Para conocer el origen del nombre de la ciudad, tenemos que dar un paso atrás en el tiempo, concretamente al S. IX cuando los musulmanes se asentaron en ella. En una colina en la que actualmente se asienta el Palacio Real y la Catedral, los musulmanes construyeron una pequeña fortificación sobre un asentamiento visigodo del S. VII denominado Matrice o arroyo. Y es en este lugar, donde se encuentra el origen del nombre de la ciudad. Los musulmanes adaptaron esta denominación a su fonética transformándose así en Magerit. Su significado se relaciona con ‘‘caudal’’ o ‘‘fuente’’ y es que, este fortín se estableció en un lugar con abundantes pozos y arroyos. De hecho, todavía queda constancia de esta abundancia hídrica en algunos rincones de la ciudad, como en la Plaza de la Puerta Cerrada en La Latina, en la que puede leerse la mítica frase «Fui sobre agua edificada…»

Madrid es una ciudad que ha visto pasar a muchas civilizaciones a lo largo de los siglos, y según quien la habitaba adoptaba un nombre u otro. Del latín Matric(em) pasó al romance Matrich, que evolucionó del árabe andalusí a Magerit y finalmente como la conocemos hoy en día, del castellano: MADRID.

Una palabra con una gran historia que da nombre a una de las ciudades más bonitas del mundo y a uno de los mejores vermuts. Vermut Zarro, el Vermut de Madrid.

¡Va por ti, Madrid!