Madrid es testigo de una multitud de procesiones que se celebran en Semana Santa cuyo origen se remonta al S. XVI. En esa época, los nobles recorrían el Palacio Real con palmas y se decoraban las calles con un sinfín de imágenes religiosas.

Una de las tradiciones más populares en nuestra ciudad es el Besapiés del Cristo de Medinaceli. Año tras año, el primer viernes de marzo muchos creyentes hacen cola en la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli para continuar la tradición de besarle los pies. Es tradición desde 1939, aunque años antes ya se formaban largas filas para ver la imagen.

Este acto religioso consiste en venerar o rendir devoción a la figura, y además se piden tres deseos, de los que como la tradición indica, solo se verá cumplido uno de ellos. También es esperada cada año, la visita de uno de los miembros de la familia Real.

¡El Cristo de Medinaceli es el más venerado de España y uno de los más venerados del Mundo!

El Viernes Santo, el Cristo de Medinaceli es sacado en procesión por la Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno. En esta procesión desfilan los esclavos de Jesús vistiendo el hábito nazareno formado por túnicas y capirotes morados. Junto a ellos, participan devotos procedentes de numerosos lugares de España y de otros países.

Aunque este año no podamos disfrutar de la procesión del Cristo de Medinaceli, te proponemos realizar una ruta gastronómica por los locales más castizos que rodean la Basílica, para no perder la tradición con el mejor de los acompañantes: VERMUT ZARRO, EL VERMUT DE MADRID!