Dicen que “de Madrid al cielo” y es que el cielo de Madrid tienen algo especial, es claro, luminoso y tiene un color único. Y por si esto fuera poco, cuando se alza la mirada para disfrutarlo nos regala momentos mágicos de puro arte…desde lo más alto, majestuosas escultura coronan algunos de los edificios más emblemáticos de la capital dejando hipnotizado al que las contempla.

El edificio Metrópolis, que marca la bifurcación entre la Gran Vía y la calle de Alcalá no sería lo mismo si en lo alto de su cúpula no estuviera desde el año 1977 la “Victoria Alada”, obra de Federico Coullaut Valera. Una auténtica obra de arte que puede disfrutarse, desde la terraza azotea del Hotel Mayorazgo  (Calle de la Flor Baja, 3) con un vaso de VERMUT ZARRO, EL VERMUT DE MADRID en la mano para que el placer se multiplique por dos.

Muy cerca de allí, y protagonista también de numerosas postales, está “La Minerva” del Círculo de Bellas Artes, obra del artista Juan Luis Vassallo. Está creada originalmente en bronce y ganó en 1964 el premio de un Concurso Nacional de Escultura que convocó el Círculo de Bellas Artes para dotar a su azotea de un icono reconocible. Y ni que decir tiene que lo consiguió.

Sobre las majestuosas columnas del Ministerio de Agricultura, junto a la estación de Atocha, emerge el conjunto escultórico “La Gloria y los Pegasos que corrió a cargo de Agustín Querol y deja boquiabierto a todo el que lo descubre.

Y aunque podríamos seguir citando muchos más rincones reconocibles en el cielo de Madrid te cedemos el placer inigualable de descubrirlos por ti mismo. ¡Es hora de celebrar por todo lo alto las maravillas que nos ofrece esta ciudad!  Alza tu vaso de VERMUT ZARRO, EL VERMUT DE MADRID y nunca te olvides de mirar al cielo, no sabes lo que podrías descubrir…